Esta joven de 24 años, nacida en México, tenía un crecimiento en su vientre que parecía indicar trillizos. Sin embargo, una radiografía que efectuaron los médicos, arrojó resultados temibles. Tenía un quiste de casi 160 cm de diámetro, así que había que actuar rápido.
Fue ella quien decidió acudir con especialistas, pues notó que su panza estaba demasiado grande. Se le hacía muy complicado caminar y respirar, porque ya se empezaban a dañar sus pulmones.
No solo los pulmones, sino el resto de órganos internos comenzaban a verse afectados, por el enorme tamaño del quiste. El mayor peligro, era un ataque al corazón.
El doctor Erik Hanson, comenta que la mujer no tenía la capacidad ni siquiera de caminar unos pasos.
El peso del quiste era de nada más y nada menos que 33 kilogramos.
Los doctores nunca habían operado un quiste de esa magnitud, que llenaba prácticamente todo el abdomen de la joven.
La historia terminad e forma feliz, pues no hubo complicación alguna al operar, y, después de un año, la mujer está totalmente recuperada.
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